La vida del Siervo de Dios José María Hernández Garnica fue un continuo ejercicio de disponibilidad y abandono en manos de Dios, secundando con fidelidad los planes de san Josemaría, para hacer la Obra en servicio de la Iglesia.
Buenos botones de muestra son dos aniversarios que se cumplen los días 13 y 14 de junio: el de una carta que escribe a san Josemaría y un hito histórico de la labor de la Obra en Francia.
El 13 de junio de 1954 escribe a san Josemaría, con el deseo de serle de tan buena ayuda como lo era Álvaro del Portillo, que ya tenía una salud quebrantada: “Encomiendo mucho la salud de Álvaro, porque nos hace falta que esté bueno. Estoy seguro que la Virgen nos lo pondrá bueno en seguida. Le pido a la Señora que, si hace falta que alguien esté malo para ofrecer, es más práctico que me ponga a mí, por lógica, y porque sirvo para menos”
El Señor se sirvió de esta entrega incondicionada, vivida con sencillez, sin hacer alardes, y siempre con mucha alegría, para que la semilla de la Obra pudiese arraigar en profundidad y mayor rapidez en los diferentes países de Europa donde la labor todavía era incipiente.
Un fruto concreto fue la llegada de las primeras mujeres del Opus Dei a París, el viernes 14 de junio de 1958. D. José María tuvo una intervención muy directa, tanto con sus gestiones y búsqueda de recursos económicos, como con su trabajo material. Y se desvivió para que a las que acababan de llegar, desde el mismo momento de su llegada, no les faltara nada, ni en lo material ni en lo espiritual. Esto facilitó de manera notable los primeros pasos de la labor apostólica con mujeres en Francia. Lo recuerda Meri Lladó, una de las protagonistas, y el artículo sobre los 55 años de Rouvray, la primera residencia de mujeres a París.
José María Hernández Garnica 
Un comentario en “Aniversarios de disponibilidad: una carta y 56 años en París”